Y sí, me cuesta mucho decir estas verdades que me salen de lo profundo de las heridas que me dejó el destierro, cuán sabio es Leon Gieco cuando recita: Deshauciado está el que tiene que marchar, a vivir una cultura diferente. Pensar que hace unos pocos años, yo criticaba a los que decían que la única salida de la Argentina era Ezeiza, y después, casi sin darme cuenta y empujado por la rabia y el desconsuelo, yo también me ví en ese aeropuerto tomando un vuelo con rumbo desconocido, sin pasado, sin presente y con un futuro mas aterrador aún, inimaginable siquiera en mis peores pesadillas, aquellas de los años ´1976-1983. Cuánta mala sangre inútilmente nos hicimos quienes de verdad quisimos este terruño, al sentir la impotencia de quien es asaltado, y no puede llamar a la policia porque reconoce en su asaltante los rasgos del guardia de su cuadra.....así me sentí yo, defraudado por un estado ineficiente, corrupto hasta la médula, entregado a capitales extanjeros que sin invertir un sólo centavo, se adueñaban de los servicios del estado como ser: distribución de agua, luz eléctrica, trenes, peajes, etc., y encima eran subsidiados por el mismo estado, o sea, todos nosotros que con nuestros impuestos llenábamos las magras arcas del tesoro nacional para que unos pocos convidados de piedra se hicieran el festín...lo que me dolió de verdad, es la gente...cómplice de esos sucios negociados,vendidos al mejor postor por un mísero puestito, o quedarse con algún vueltito de esa inmensa torta llamada revolución productiva...